No es la depresión lo que me hace entrar en un estado de descontrol masivo, es, tal vez, el eco interminable de las voces internas que sufren por no poder concluir su ciclo, las voces que al querer gritar callan, porque no hay otra salida improvisada que les de la libertad que ellas buscan. No, no es la melancolía, no el llanto absurdo que por veces resbala en mis entumidas mejillas que, cansadas de tanto rechazo, aceptan su dulce caricia para, tal vez, mitigar el dolor… el dolor de la soledad.
Lo niego, no es ni la soledad, ni la desilusión, ni la desesperanza, es, acaso, el continuo bombardeo masivo de estupideces racionales que entran en mi mente cual aroma de una flor… y se olvida. O es, probablemente, el inútil esparcimiento de tiempo sin sentido en cosas sin valor, sin importancia.
Porque de verdad… ¿de qué vivimos? De olvido, de odio, de dolor… ¿o de mentiras?
¿Y qué importa de que vivimos?.....esa pregunta sólo causa cortos circuitos, y aunque de vez en cuando son buens, en exceso solo deterioran...
ResponderEliminar¿Todo bien?
¡Saludos!!!!
no deberiamos sufrir... si nos ponemos a pensar tantito, es fácil darnos cuenta que no hay razón para estarlo.
ResponderEliminaren cambio, siempre tenemos razones de seguir vivitos y contentos :)
aunque tengamos miedo...y mucho.
Esto es de lo que más me ha gustado. Se siente más real, eso es de lo que debemos escribir, de lo real y no de las apariencias.
ResponderEliminarme gusta este escrito
ResponderEliminar:)
De qué vivimos?
creo que de lo que cada quien decide vivir
espero que te encuentres bien
:D
me gusta la musica
bueno me voy
saludos!!
bye
:P
Hombre, qué buena entrada... pero ¿de qué vivimos? Yo de la vida no sé nada, pero como escritor tienes muchas posibilidades, desde escribir sobre lo real, pasar por sublimar lo que sientas, ser un gran mentiroso (así me lo han dicho: Un escritor es ser un gran mentiroso) y eso es fantástico, mentir con un propósito edificante o sumergirte en la mente de otros, especular, ser certero, puntual, equivocarte… no pasa nada, los días pasan, podemos mantener las poses o despojarnos de ellas, estar muy solos o acompañados… y bueno, todas esas contraposiciones que se presumen demasiado duales. La cosa aquí es el matiz, el desarrollo de nosotros mismos y eso siempre se proyecta en la escritura de cada cual. Saludos.
ResponderEliminarvivimos de todo, TODO mi estimado Luis...disculpa pero ya los últimos posts tuyos se han topado apenas este día con mi rumbo, y ya sabes, cuando quieras rrronrrronear, aquí està una sombrerera loca a tu servicio
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