martes, 8 de diciembre de 2009

Traumas Semanales :D

Publicado por Luis

Okok, leves traumas semanales, lo admito… y se los comparto!

El sábado de la semana pasada vi una película en la TV tal vez por error (más bien porque no tenía otra cosa que hacer). Estaban pasando una película que no descubrí su nombre sino hasta después de los cortos comerciales, en el tramo en que una vos extraña y manipulada de hombre dice: “Seguimos con… PLEASENTVILLE” (Aldea Feliz)

¡No inventen! Sé que no soy muy buen cineasta, lo poco que se de cine se lo debo a mi amigo Tlapa pero esta película… ¡wow! No sé porque… me gusto mucho. Diría Diana que tiene un no sé qué, que qué se yo que esta súper genial! No les quiero contar la historia, mejor véanla. Además de que escogieron un elenco muy especial para esta película, jamás o muy pocas veces había visto un reparto de actores tan famosos en una sola película, y muy buenos actores, por cierto. ¡Un soundtrack estupendo, también! Además, también quedé traumado con unas pinturas de Picasso y de Van Gogh que salen en la película… ¡No!, ¡Otro nivel!

El segundo trauma semanal: un libro de Mario Benedetti, solo por el autor, y sin prejuicios, es justo juzgar que es un muy buen libro, de hecho lo es. Se los recomiendo bastante. El libro se llama: “La Tregua”. Les transcribo una cita que me dejó perplejo:

“Es como si me dividiera en dos entes dispares, contradictorios, independientes, uno que sabe de memoria su trabajo, que domina al máximo sus variantes y recovecos, que está seguro siempre de donde pisa, y otro soñador y febril, frustradamente apasionado, un tipo triste que, sin embargo, tuvo, tiene y tendrá vocación de alegría, un distraído a quien no le importa por donde corre la pluma ni que cosas escribe la tinta azul que a los ocho meses quedará negra”
[…] ¡Bendito sea Benedetti! […] No cabe duda que comparto con él la vocación: “También soy un triste con vocación de alegre”.

Y el tercer y último trauma de la semana (hasta ahora) es un poema de Rubén Darío. La historia es muy larga (pero se las resumiré): yo quedé traumado con el libro de Benedetti, es un diario, y cómo ya me había dicho Diana que tener un diario es genial (además por muchas otras cosas más que no contaré :P) decidí comenzar uno… yo recordaba que mi madre tenía guardado por ahí un cuaderno bonito de esos que parecen viejos o que los compraron en un bazar. Decidí buscarlo… Y no lo encontré:( pero encontré un librito pequeño que decía “500 consejos para enfrentar la vida” (por cierto: ¡que oportuno!) Y lo empecé a hojear, venían varias citas de personajes famosos, y como a mí me fascinan las citas me quedé picado. Y leí y leí. Hasta que… llegué a una cita de Rubén Darío que decía así:
“Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver!, cuando quiero llorar no lloro... y a veces lloro sin querer.”
¡NO JUEGUEN!... me quedé atónito… busqué el poema en internet y aquí lo transcribo, espero les agraden mis traumas y los compartan con migo o me sentiré como un loco… jajajaja… ¡nos leemos!

Canción de otoño en primavera

Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer.

Plural ha sido la celeste
historia de mi corazón.
Era una dulce niña, en este
mundo de duelo y aflicción.

Miraba como el alba pura;
sonreía como una flor.
Era su cabellera obscura
hecha de noche y de dolor.

Yo era tímido como un niño.
Ella, naturalmente, fue,
para mi amor hecho de armiño,
Herodías y Salomé...

Juventud, divino tesoro
¡ya te vas para no volver...!
Cuando quiero llorar, no lloro,
y a veces lloro sin querer...

La otra fue más sensitiva,
y más consoladora y más
halagadora y expresiva,
cual no pensé encontrar jamás.

Pues a su continua ternura
una pasión violenta unía.
En un peplo de gasa pura
una bacante se envolvía...

En sus brazos tomó mi ensueño
y lo arrulló como a un bebé...
Y le mató, triste y pequeño
falto de luz, falto de fe...

Juventud, divino tesoro,
¡te fuiste para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro,
y a veces lloro sin querer...

Otra juzgó que era mi boca
el estuche de su pasión
y que me roería, loca,
con sus dientes el corazón

Poniendo en un amor de exceso
la mira de su voluntad,
mientras eran abrazo y beso
síntesis de la eternidad:

y de nuestra carne ligera
imaginar siempre un Edén,
sin pensar que la Primavera
y la carne acaban también...

Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!...
Cuando quiero llorar, no lloro,
¡y a veces lloro sin querer!

¡Y las demás!, en tantos climas,
en tantas tierras, siempre son,
si no pretexto de mis rimas,
fantasmas de mi corazón.

En vano busqué a la princesa
que estaba triste de esperar.
La vida es dura. Amarga y pesa.
¡Ya no hay princesa que cantar!

Mas a pesar del tiempo terco,
mi sed de amor no tiene fin;
con el cabello gris me acerco
a los rosales del jardín...

Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!...
Cuando quiero llorar, no lloro,
y a veces lloro sin querer...

¡Mas es mía el Alba de oro!

4 comentarios:

  1. La pelicula que dices ¿estaba en blanco y negro y algunas partes en color?.....yo la iba a ver pero no estaba de humor para ver peliculas jejejeje...

    Yo acabo de terminar "La Tregua", ya vaya que fue un viaje bastante interesante el leer ese libro...

    a Darío aún lo tengo pendiente =)

    Saludos!

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  2. No eres cineasta porque no haces cine :)
    más bien será que no eres muy cinefilo.

    Saludos

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  3. Gracias por chulear mi blog...jaja, sí,y ya vi tu nuevo seudónimo de perfil blogero,me encanta...y qué chido que compartas tus gustos literarios y de cine...De Benedetti mi poema favorito es El Triste No. 1, leelo. Saludos!!!

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  4. jajaja como siempre muy bonito tu blog jaja muy pdres las fotos jaj EN TODAS te evs tan chistoso jjajajaj ntcme agrada mucho mas las dedicatorias muy bonita la foto de diana eaea jajajaja sale cuidate mucho y seguire pasando a ver tu blog jajajjaa cuidate y ya sabes q te quiero mucho hermanito besos
    atte: diana lizette

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