Con la concordancia inútil de lo que fueron mis pies me doy cuenta de una cosa: realmente nunca viví. Caminé por largos ratos, por mucho tiempo y sin rumbo fijo, pero esto no era lo que mi corazón quería. A él no le salen raíces, como a mis pies alas, más bien le salen callos de intentar llegar al suelo y plantarse en la verdad que representa la vida. Mundo-raíz que son mis pies, corazón-alas que tengo al frente y un sinfín de historias necias de viajar por tierra y aire.
Caramba chico: "Nunca viví", me has recordado el momento en el que dije: No existo.
ResponderEliminarMe gustó el texto. Saludos
No sé qué decir.
ResponderEliminarAún hay tiempo de alcanzar eso que queremos.
C'est tout
Saludos n.n
Cuando abro el Blog me dice que tengo 2 firmas, pero cuando quiero ver me dice que sólo una! qué le sucedepasa?! ¬¬
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